El gobierno brasileño anunció el pasado 6 de agosto que ha solicitado consultas con EE. UU., de conformidad con los procedimientos de solución de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sobre los aranceles adicionales de un 50 por ciento establecidos por la administración Trump sobre las importaciones procedentes de Brasil, de conformidad con la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA).
La solicitud de consultas concierne tanto el arancel recíproco de un 10 por ciento establecido originalmente en abril como el arancel de un 40 por ciento anunciado recientemente, que se centra en las “políticas y acciones inusuales y extraordinarias del gobierno brasileño que perjudican a las empresas estadounidenses, el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos estadounidenses, la política exterior estadounidense y la economía estadounidense.”
El gobierno brasileño afirmó que espera resolver esta disputa mediante consultas bilaterales, que previsiblemente se celebrarán en las próximas semanas, pero que solicitará el establecimiento formal de un grupo especial de solución de diferencias de la OMC si no se logra una solución negociada. Si bien un panel de solución de diferencias podría examinar el caso y eventualmente emitir una decisión, una apelación por cualquiera de las dos partes dejaría efectivamente el proceso en el limbo, ya que el Órgano de Apelación de la OMC no puede llevar a cabo sus actividades por un bloqueo de facto a causa de las preocupaciones expresadas por EE. UU. sobre el funcionamiento de este órgano.